…Puestos los ojos en Jesús,el autor y consumador de la fe,el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz,menospreciando el oprobio,y se sentó a la diestra del trono de Dios.Hebreos 12:2.
¿Cómo acepta el hombre la Salvación?
Las palabras de nuestro Redentor y Salvador moribundo: Consumado es, referidas en el evangelio de Juan (19:30), proclaman la plenitud de la salvación: el gran problema de la relación del hombre pecador con el Dios santo halló su definitiva solución en la cruz. Dios mismo lo demostró al resucitar a Jesús; de esa manera confirmó la entera satisfacción que experimentó con la obra de la expiación de los pecados en la cruz. Por parte de Dios todo está perfectamente cumplido. Da la prueba de ello, lo anuncia a los hombres y espera su respuesta. ¿Cuál es la suya, lector? –¿La duda que toma el aspecto de humildad, pero que en realidad hace a Dios mentiroso? –¿El orgullo que rehúsa someterse a él? –¿La pretensión de llevarle a Dios sus buenas intenciones y sus propios esfuerzos, como si la obra de Cristo fuese insuficiente? –¿La indiferencia? Los problemas del momento nos absorben. Uno no se siente culpable y posterga la decisión porque no quiere comprometerse, objetando que la religión es muy austera y además hay tantas sectas… –¿O la fe que acepta humildemente, sin razonamientos, lo que Dios dice de nosotros como lo que dice de Cristo y de su obra? La fe que se somete, agradece y adora.
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